lunes, 22 de octubre de 2012

ROBERT DE NIRO-NUBLADO

Este cuento corto surgió como resultado de otra de las variaciones de "El binomio fantástico", en la que se utilizaron nombres de personajes famosos en una columna y adjetivos en otra. En este caso especifico utilicé ROBERT DE NIRO - NUBLADO

Los guiones estaban ordenados meticulosamente en 3 pilas: los no leidos, los desechados y los posibles. Robert de Niro se sentó en su sillón y empezó a ojear los que no había leido aún. Se había tomado unos meses de descanso y era tiempo de trabajar de nuevo. Estaba cansado de ser mafioso, mercenario o criminal, así que desechaba casi al instante todos los guiones que tenían algo que ver con el tema. Casi al medio día, antes de su descanso, tomó en sus manos uno con el título "Un paseo por las nubes". Lo devoró ávidamente, ¡El papel tenía que ser suyo! ¡Era perfecto para él!. No había nada que amara más que a las nubes. Su libro favorito era Cumbres Borrascosas, y había temblado viendo La Niebla (La adaptación del libro de Stephen King, no la del actor de Smallville, claro está). Hasta tenía una casa en las montañas nubladas. Rápidamente, y aunque eran las dos de la mañana, contactó a su agente y pidió que le buscara una audición. 

Llegó, al día siguiente, y actuó una escena. Todos estaban maravillados. El papel estaba hecho para él, parecía que a cada paso se internaba más en las nubes que tanto amaba. Pero era demasiado viejo y en realidad le habían mandado el guión para que audicionara para un papel secundario. Se enfureció cuando supo que el papel se lo habían dado a Keanu Reeves, lo odiaba desde que le había quitado el papel de Neo para Matrix. ¿Es qué no se cansaba de quitarle lo que él quería?. Ahora tendría que audicionar para hacer la voz del anciano de Up.

jueves, 18 de octubre de 2012

LAPIZ-QUESO

Este cuento corto surgió como resultado de una de las variaciones de "El binomio fantástico", en la que se utlizaron dos columnas de sustantivos, en este caso el binomio que escogí fue LÁPIZ-QUESO.


Jorge dibujaba desde pequeño, primero con colores, luego con carbón, con lápices también. Pero de todo lo que dibujó y de todo con lo que dibujó nunca podría olvidar a su lápiz. Era un lápiz especial que su abuelo le había regalado antes de morir. Era especial porque solo funcionaba para dibujar quesos. No importa lo que uno pensara o lo que quisiera dibujar, solo dibujaba quesos. 

Un día Jorge se dio cuenta de que el truco era pensar en queso, recrear el mundo exterior en forma de queso en su cabeza. Fue así que empezó su obra, retratos de su familia quesuda, autorretratos de queso, la torre inclinada de queso y la questatua de la libertad. Pronto se destacó en el mundo del arte y le dieron su propia exposición. Era de esperarse, el dueño de la galería era un ratón. Su madre estaba orgullosa. ¡La primera zarigüeya en el mundo con una exposición de arte individual! ¡Y era SU hijo!

La fama de Jorge creció y el mundo entero conoció la esencia del queso. En medio del público de una conferencia que Jorge estaba dictando, se encontraba un ratón trastornado, acababa de escapar del sanatorio y creía que las creaciones de Jorge eran queso real y macizo, las veía deliciosas. Cuando Jorge sacó para mostrar el lápiz con el que realizaba todas sus obras el loco saltó y se lo arrancó de la mano con un mordisco. “¡Tenía que ser mio!” gritaba, “¡La fuente eterna de los quesos!”. El éxtasis fue tan grande que el ratón perdió la poca cordura que le quedaba. Empezó a retorcerse convulsivamente por el suelo mientras con gritos cada vez más humanos decía: “¡Cheddar! ¡Queso azul, amarillo! ¡El sabor de todos los quesos del mundo al mismo tiempo!”. 

Después de eso la obra de Jorge no fue igual, y él cayó al olvido. Sus obras se convirtieron en un trozo más de queso con moho que solo los más excéntricos y refinados buscaban.

miércoles, 17 de octubre de 2012

EJ. 02: El Binomio Fantástico

También descrito por Gianni Rodari en el libro  "Gramática de la fantasia".

Con este ejercicio se realizaron diferentes posibilidades que producen diferentes tipos de resultados. Las posibilidades, al igual que con "la piedra en el estanque" son inmensas. El método básico es el siguiente: se hacen dos listas de palabras y, a diferencia de el ejercicio anterior no se eligen las que se quieran sino que se conserva el orden en el que fueron puestas en el papel, tal y como el nombre del ejercicio lo dice, se elige un binomio. Aquí es donde comienzan las posibilidades de cambio del ejercicio, a continuación daré algunas de ellas, con las que he realizado cuentos cortos. 

- 2 columnas de sustantivos
- 1 columna de sustantivo (no nombres propios) y 1 de adjetivos
- 1 columna de nombres de personajes famosos (de cualquier tipo, de farándula, de política, de películas, etc.) y una de adjetivos.

Ya que en este ejercicio se mantienen los ordenes es mucho más fácil pedir asistencia. En mi caso lo que hice fue escribir las palabras de una de las columnas y pedirle alguien que me diera las de la otra.

EJ:

PERSONAJE FAMOSO                           ADJETIVO

- EL LLANERO SOLITARIO <---------------->  - ESCALOFRIANTE
- SHERLOCK HOLMES       <----------------> - EXÓTICO
- MARIO BROS.           <----------------> - ELÁSTICO
- EL CAZADOR DE COCODRILOS <-------------> - LLUVIOSO
- BILL MURRAY           <----------------> - ENREDADO
- BRUCE WAYNE           <----------------> - DISTRAIDO

NOTA: Se ha de respetar SIEMPRE el orden, no se elige una palabra de una columna y una de otra sin importar su posición en la lista, se elige EL BINOMIO (la primera con la primera, la segunda con la segunda, etc.)

lunes, 15 de octubre de 2012

TANGO-ESQUELETO-COMETA

Basados en el ejercicio de "la piedra en el estanque", descrito anteriormente, elegí las palabras: TANGO - ESQUELETO - COMETA. Surgió este cuento corto sobre un esqueleto que vuela cometa.

Jerry el esqueleto salió ese día de su casa. Era agosto y, como siempre, el viento golpeaba fuerte todo aquello que se ponía a su paso. ¡Que frio estaba haciendo! Su esposa salió antes de que él pudiera doblar la esquina. 

- ¡Tu abrigo se te queda! - dijo ella.
- ¡Que no lo voy a llevar mujer! ¿Es qué no entiendes que caminar con eso encima es muy difícil con este viento? - respondió él. 
- ¡Si cuando vuelva te duele la médula no me digas nada!
- Bueno, como sea. A proposito, ¡Estás más delgada!

Su esposa se miró la columna vertebral y sonrió antes de volver a entrar a la casa. 

Después de que se acostumbro al frio Jerry pudo dejar de temblar y empezó a sentir cómo el viento le acariciaba los huesos haciéndole cosquillas. Caminó un buen tramo en dirección al parque y vio a un hombre vendiendo cometas, se le notaba en la carne que estaba recién llegado. Jerry lo vio y se dio cuenta de que nunca había elevado cometa, había sido, en vida, un hombre muy enfermo desde niño y casi ni salía. Se acercó.

- ¿Cuanto cuestan las cometas?
- 5 Calcios, señor

Jerry se abrió el cráneo por arriba y sacó los 5 trozos de Calcio, los entregó y recibió su cometa a cambio.

- ¿Cómo van las ventas? - preguntó
- Mal, usted es el primero que compra, todos me miran como si fuera alguna especie de fenómeno - dijo el hombre con aire resignado.
- La carne mi amigo, la carne. Pero no se preocupe, ya pasará  - dijo Jerry mientras le daba unas palmaditas en el hombro.

Jerry se alejó y encontró un prado libre. Al comienzo fue difícil, pero después de algunos intentos logro que la cometa estuviera en el aire de manera estable por más de 10 segundos. La cometa empezó a elevarse. Subió y subió hasta que toco las nubes grises que siempre cubrían el cielo del mundo de los muertos. Jerry pensó que se detendría, pero no fue así, la cometa pasó por en medio de las nubes como las plantas que buscan el sol trepándose en los arboles hasta copas en las selvas frondosas. 

De pronto, arriba de las nubes, un viento fuerte y despiadado, el guardian de arriba de las nubes, emprendió vuelo ante la presencia de la intrusa de cuatro lados y la empujó sin la más mínima compasión o esfuerzo, sin darse cuenta de que con ella empujaba también al esquelético y liviano dueño. Cuando se dio cuenta ya era tarde, Jerry estaba ya arriba de las nubes y se alejaba volando. 

Todo era diferente a los ojos de Jerry (así no los tuviera). Colorido. ¿Pero cómo era que veía si no tenía ojos?, ¿Cómo sentía si no tenía nervios?, ¿Cómo escuchaba sin oídos?, es más, ¿Que era eso que escuchaba? ¿Tango? Dios! ¿Por qué? ¡Jerry odiaba el tango!

EJ. 01: La piedra en el estanque

Hace poco inicié un curso para escribir guiones para animación. En este curso la profesora plantea semanalmente un grupo de ejercicios para escritura con el fin de encontrar semillas para una historia que luego se desarrollara como guión. Gracias a estos ejercicios, mi producción escrita ha aumentado CONSIDERABLEMENTE en el espacios de la última semana. Explicaré los ejercicios para que quien desee los ponga en practica y pueda también escribir sus cuentos cortos.

Empiezo con: "La piedra en el estanque", descrito por Gianni Rodari en su libro "La gramática de la fantasía".

Como lo planteó la profesora, se elige una palabra de tres silabas. Después de dividirla se hacen 3 lista de palabras, una compuesta de palabras que comiencen con la misma silaba de la que elegimos, otra en la que las palabras tengan en la mitad la misma silaba de en medio de la que elegimos, y por último otra en la que las palabras terminen en la misma silaba de la que elegimos. Después de tener las tres listas se elige una palabra de cada una y se escribe un cuento corto en el que se las relaciona.

EJ:

PALABRA: TANQUETA (TAN-QUE-TA)

LISTA 1 (TAN-):
- TANGO
- TANGELO
- TANTO
- TANGA

LISTA 2 (-QUE-):
- CAQUETA
- COQUETA
- MAQUETA
- ESQUELETO

LISTA 3 (-TA):
- COMETA
- CHAQUETA
- LIBRETA
- FLORESTA

Dentro de los ejercicios que he hecho me he dado cuenta de que es más fácil si las palabras se le piden a otra persona ya que se evitan asociaciones y hace que el ejercicio produzca resultados más interesantes.

Realicen sus listas propias y pónganlas en la sección de comentarios y tomaré una palabra de cada letra para escribir un cuento corto.

El primer ejemplo va a continuación.

Los Mirones

Basado en la idea original de una compañera de clase (María Camila Arriaga) realicé como ejercicio este pequeño cuento.



En un edificio de apartamentos de disposición en H, construido por el gran arquitecto Hernando, vive Lucía, una muchacha solitaria y un tanto agorafóbica (o eso se decía a sí misma) que tras la muerte de su madre, atropellada por un Mini Cooper verde, había optado por el encierro voluntario, y no había sido frenada por un padre un tanto desnaturalizado (o eso se decía a si mismo) que había construido su vida alrededor de su esposa. Su apartamento se encuentra en el ala oeste, donde el gran ventanal de su sala de estar la conecta con el mismo espacio en el de Miguel. Miguel es buen mozo, y parece interesante, pero tiene un Mini Cooper verde, come manzanas verdes y hasta come Fun-Dip del verde, demasiado verde para los ojos evocativos de Lucia. Sin embargo, hay algo en él que la atrae casi magnéticamente. "Tal vez, los opuestos si se atraen inevitablemente", piensa Lucía mientras mira su apartamento predominantemente rojo. A ella le gustan las manzanas, incluso come Fun-Dip del rojo. 
Aunque no le agrada salir, comer es necesario, y era imposible encontrar un domiciliario que subiera un mercado completo a un piso 11 por las escaleras de un edificio que ya había perdido las esperanzas de ver revivir a su ascensor. Estaba vetado. Lucia vive en un hollo negro en medio de la ciudad, y así le gusta. Trata de salir una vez a la semana y se abastece de abundante variedades de comida enlatada, prefiere no cocinar porque no le gusta el verde de la llama que produce el gas de la estufa. Compra, también, manzanas, rojas por supuesto. Cuando regresa mira nerviosamente en busca del Mini Cooper verde. A veces está, a veces no. A veces ve a Miguel abajo viendo la cartelera al lado de las escaleras. A veces lo ve resolviendo crucigramas los domingos al frente de la ventana recibiendo el sol de la mañana. A veces lo ve leyendo, se nota que eso le gusta mucho. Leer y juegos de palabras. Cada vez con más frecuencia se sorprende a sí misma observando la ventana de en frente, comiendo al mismo tiempo o incluso prendiendo las luces al mismo tiempo que él. Había visto algo parecido en la televisión, universos paralelos conectados. Tal vez él era su versión masculina de algún universo alterno en donde podía manejar un Mini Cooper verde, comer manzanas verdes e incluso Fun-Dip del verde. ¡Tal vez el no podía verla en absoluto!. Pensar en eso la desespera. Tiene que encontrar una manera de probarlo.
En su siguiente salida compró, después de mil y un intentos, una manzana verde (que hizo empacar bajo varias capas de papel iris rojo) y cartulina roja que corta en forma de las letras que necesita para escribir: “UN CAFE? EN MI CASA. NADA DE VERDE”. Día a día durante casi un mes baja y sube 11 pisos cambiando, una a una, las letras que pone en la cartelera. Su sincronización con Miguel aumenta. Ahora lo ve jugando Scrabble sólo, él es raro, pero, ¿Qué más puede esperar ella de su alter-ego?
Termina de enviar su mensaje y espera uno, dos, tres días, pero el no vuelve, no aparece. Lucía se siente fuera de lugar. Ya nada tiene sentido.
Un día tal y como había desaparecido, él apareció y puso el tablero de Scrabble contra la ventana, tiene las ficha pegadas y dice: “UN CAFE. MAÑANA. EN EL PASILLO. NADA DE ROJO”

miércoles, 22 de agosto de 2012

Continuación.

He aqui la continuación de la historia de la entrada "Corrección". Como ya saben esta es la segunda versión de la historia y este es el final de esta segunda versión ya que la tome como proyecto para una clase en la unversidad y estoy en proceso de escribir la tercera, y probablemente última, versión con el objetivo de adapatarla a un guión de cortometraje de entre 10 y 15 minutos.

En realidad ninguna mujer le había dado una oportunidad nunca, no es como si en realidad tuviera mucho que dar, pero nunca se la habían dado. Entre más pasaba el tiempo, y entre más se alejaban las mujeres de él más las deseaba. Para su suerte era bueno profesionalmente y el dinero no le faltaba. Podía comprar una mujer por un rato cada vez que lo quería. Encontró un buenprostíbulo y se volvió un cliente habitual. Ya que tenía a quién llevar a su cama no le interesaba tener su apartamento decorado. Le pagaba unos pesos a su vecina viuda y desempleada para que ordenara todos los días el poco desorden que él producía.


Sobre todo sus ojos. Solo necesitaba darle una mirada a sus ojos para darse cuenta de que detrás de ellos se escondían años y años de rechazo y deseo contenido. Solo se necesitaba ver ese destello perverso y obsesivo que se producía en sus ojos cada vez que miraba a una mujer para saber porque ninguna de ellas se le acercaba mucho.


Entró al baño y abrió el grifo del agua caliente de la ducha, esperó un momento, probó la temperatura con la mano y luego abrió el del agua fría. Entró y dejó que el agua le escurriera desde la cabeza a los pies. Estaba emocionado, llevaba esperando ese día desde hacía semanas. Con un pedazo de piedra pomez empezó a frotarse lentamente los callos de los pies. Eran ellos los que más sufrían las consecuencias de sus largas caminatas. Luego, con un estropajo empezó a frotarse fuertemente cada parte del cuerpo. Cuando llegó al miembro se estremeció un poco al sentirlo erecto. Quería hacer algo, calmar sus ansias, pero no podía, tendría que esperar, tenía demasiado miedo de que no funcionara como para arriesgarse. Sabía que más temprano que tarde ya no podría hacer nada. Incluso en ese momento le costaba mantenerse así sin la ayuda de la pequeña píldora azul. Todo estaba cayendo, tenía que aprovechar al máximo el tiempo que le quedaba.
Había empezado hace un año. Sentía que se cansaba más rápido y que Cassandra, la prostituta con la que llevaba ya cierto tiempo, era menos entusiasta. Confirmó que empezaba a pasar cuando llegó la nueva. Era toda una sensación. Rubia, ojos azules y un trabajo de cirujano excepcional. Corría el rumor de que había sido modelo. Al ser el cliente más fiel, el dueño de la casa no lo pensó dos veces antes de darle prioridad cuando él se la pidió. Todo fue breve, no pasaron 10 minutos. Ella simplemente rió antes de dejar la habitación. Decidió no volver. No volvería a hacer el ridículo. Y entonces empezaron las caminatas. Ya estaba retirado y tenía básicamente todo el día libre. Caminaba y caminaba sin saber exactamente qué buscaba, hasta que, un día cualquiera, simplemente lo encontró.
Era la salida de un colegio. Niñas de todas las edades salían a borbotones y, por alguna razón, todas le recordaban a María Restrepo. Se fijó de pronto en un grupito que se había detenido a cierta distancia a observarlo. Llevaban las faldas atrevidamente altas y las blusas demasiado ajustadas (por lo menos una talla por debajo) para resaltar sus surgientes curvas. Casi pedían a gritos que las miraran y las desearan. Lo miraban y luego reían y susurraban entre ellas. Él empezó a sentir la ira que se formaba en su interior.