lunes, 15 de octubre de 2012

TANGO-ESQUELETO-COMETA

Basados en el ejercicio de "la piedra en el estanque", descrito anteriormente, elegí las palabras: TANGO - ESQUELETO - COMETA. Surgió este cuento corto sobre un esqueleto que vuela cometa.

Jerry el esqueleto salió ese día de su casa. Era agosto y, como siempre, el viento golpeaba fuerte todo aquello que se ponía a su paso. ¡Que frio estaba haciendo! Su esposa salió antes de que él pudiera doblar la esquina. 

- ¡Tu abrigo se te queda! - dijo ella.
- ¡Que no lo voy a llevar mujer! ¿Es qué no entiendes que caminar con eso encima es muy difícil con este viento? - respondió él. 
- ¡Si cuando vuelva te duele la médula no me digas nada!
- Bueno, como sea. A proposito, ¡Estás más delgada!

Su esposa se miró la columna vertebral y sonrió antes de volver a entrar a la casa. 

Después de que se acostumbro al frio Jerry pudo dejar de temblar y empezó a sentir cómo el viento le acariciaba los huesos haciéndole cosquillas. Caminó un buen tramo en dirección al parque y vio a un hombre vendiendo cometas, se le notaba en la carne que estaba recién llegado. Jerry lo vio y se dio cuenta de que nunca había elevado cometa, había sido, en vida, un hombre muy enfermo desde niño y casi ni salía. Se acercó.

- ¿Cuanto cuestan las cometas?
- 5 Calcios, señor

Jerry se abrió el cráneo por arriba y sacó los 5 trozos de Calcio, los entregó y recibió su cometa a cambio.

- ¿Cómo van las ventas? - preguntó
- Mal, usted es el primero que compra, todos me miran como si fuera alguna especie de fenómeno - dijo el hombre con aire resignado.
- La carne mi amigo, la carne. Pero no se preocupe, ya pasará  - dijo Jerry mientras le daba unas palmaditas en el hombro.

Jerry se alejó y encontró un prado libre. Al comienzo fue difícil, pero después de algunos intentos logro que la cometa estuviera en el aire de manera estable por más de 10 segundos. La cometa empezó a elevarse. Subió y subió hasta que toco las nubes grises que siempre cubrían el cielo del mundo de los muertos. Jerry pensó que se detendría, pero no fue así, la cometa pasó por en medio de las nubes como las plantas que buscan el sol trepándose en los arboles hasta copas en las selvas frondosas. 

De pronto, arriba de las nubes, un viento fuerte y despiadado, el guardian de arriba de las nubes, emprendió vuelo ante la presencia de la intrusa de cuatro lados y la empujó sin la más mínima compasión o esfuerzo, sin darse cuenta de que con ella empujaba también al esquelético y liviano dueño. Cuando se dio cuenta ya era tarde, Jerry estaba ya arriba de las nubes y se alejaba volando. 

Todo era diferente a los ojos de Jerry (así no los tuviera). Colorido. ¿Pero cómo era que veía si no tenía ojos?, ¿Cómo sentía si no tenía nervios?, ¿Cómo escuchaba sin oídos?, es más, ¿Que era eso que escuchaba? ¿Tango? Dios! ¿Por qué? ¡Jerry odiaba el tango!

EJ. 01: La piedra en el estanque

Hace poco inicié un curso para escribir guiones para animación. En este curso la profesora plantea semanalmente un grupo de ejercicios para escritura con el fin de encontrar semillas para una historia que luego se desarrollara como guión. Gracias a estos ejercicios, mi producción escrita ha aumentado CONSIDERABLEMENTE en el espacios de la última semana. Explicaré los ejercicios para que quien desee los ponga en practica y pueda también escribir sus cuentos cortos.

Empiezo con: "La piedra en el estanque", descrito por Gianni Rodari en su libro "La gramática de la fantasía".

Como lo planteó la profesora, se elige una palabra de tres silabas. Después de dividirla se hacen 3 lista de palabras, una compuesta de palabras que comiencen con la misma silaba de la que elegimos, otra en la que las palabras tengan en la mitad la misma silaba de en medio de la que elegimos, y por último otra en la que las palabras terminen en la misma silaba de la que elegimos. Después de tener las tres listas se elige una palabra de cada una y se escribe un cuento corto en el que se las relaciona.

EJ:

PALABRA: TANQUETA (TAN-QUE-TA)

LISTA 1 (TAN-):
- TANGO
- TANGELO
- TANTO
- TANGA

LISTA 2 (-QUE-):
- CAQUETA
- COQUETA
- MAQUETA
- ESQUELETO

LISTA 3 (-TA):
- COMETA
- CHAQUETA
- LIBRETA
- FLORESTA

Dentro de los ejercicios que he hecho me he dado cuenta de que es más fácil si las palabras se le piden a otra persona ya que se evitan asociaciones y hace que el ejercicio produzca resultados más interesantes.

Realicen sus listas propias y pónganlas en la sección de comentarios y tomaré una palabra de cada letra para escribir un cuento corto.

El primer ejemplo va a continuación.

Los Mirones

Basado en la idea original de una compañera de clase (María Camila Arriaga) realicé como ejercicio este pequeño cuento.



En un edificio de apartamentos de disposición en H, construido por el gran arquitecto Hernando, vive Lucía, una muchacha solitaria y un tanto agorafóbica (o eso se decía a sí misma) que tras la muerte de su madre, atropellada por un Mini Cooper verde, había optado por el encierro voluntario, y no había sido frenada por un padre un tanto desnaturalizado (o eso se decía a si mismo) que había construido su vida alrededor de su esposa. Su apartamento se encuentra en el ala oeste, donde el gran ventanal de su sala de estar la conecta con el mismo espacio en el de Miguel. Miguel es buen mozo, y parece interesante, pero tiene un Mini Cooper verde, come manzanas verdes y hasta come Fun-Dip del verde, demasiado verde para los ojos evocativos de Lucia. Sin embargo, hay algo en él que la atrae casi magnéticamente. "Tal vez, los opuestos si se atraen inevitablemente", piensa Lucía mientras mira su apartamento predominantemente rojo. A ella le gustan las manzanas, incluso come Fun-Dip del rojo. 
Aunque no le agrada salir, comer es necesario, y era imposible encontrar un domiciliario que subiera un mercado completo a un piso 11 por las escaleras de un edificio que ya había perdido las esperanzas de ver revivir a su ascensor. Estaba vetado. Lucia vive en un hollo negro en medio de la ciudad, y así le gusta. Trata de salir una vez a la semana y se abastece de abundante variedades de comida enlatada, prefiere no cocinar porque no le gusta el verde de la llama que produce el gas de la estufa. Compra, también, manzanas, rojas por supuesto. Cuando regresa mira nerviosamente en busca del Mini Cooper verde. A veces está, a veces no. A veces ve a Miguel abajo viendo la cartelera al lado de las escaleras. A veces lo ve resolviendo crucigramas los domingos al frente de la ventana recibiendo el sol de la mañana. A veces lo ve leyendo, se nota que eso le gusta mucho. Leer y juegos de palabras. Cada vez con más frecuencia se sorprende a sí misma observando la ventana de en frente, comiendo al mismo tiempo o incluso prendiendo las luces al mismo tiempo que él. Había visto algo parecido en la televisión, universos paralelos conectados. Tal vez él era su versión masculina de algún universo alterno en donde podía manejar un Mini Cooper verde, comer manzanas verdes e incluso Fun-Dip del verde. ¡Tal vez el no podía verla en absoluto!. Pensar en eso la desespera. Tiene que encontrar una manera de probarlo.
En su siguiente salida compró, después de mil y un intentos, una manzana verde (que hizo empacar bajo varias capas de papel iris rojo) y cartulina roja que corta en forma de las letras que necesita para escribir: “UN CAFE? EN MI CASA. NADA DE VERDE”. Día a día durante casi un mes baja y sube 11 pisos cambiando, una a una, las letras que pone en la cartelera. Su sincronización con Miguel aumenta. Ahora lo ve jugando Scrabble sólo, él es raro, pero, ¿Qué más puede esperar ella de su alter-ego?
Termina de enviar su mensaje y espera uno, dos, tres días, pero el no vuelve, no aparece. Lucía se siente fuera de lugar. Ya nada tiene sentido.
Un día tal y como había desaparecido, él apareció y puso el tablero de Scrabble contra la ventana, tiene las ficha pegadas y dice: “UN CAFE. MAÑANA. EN EL PASILLO. NADA DE ROJO”

miércoles, 22 de agosto de 2012

Continuación.

He aqui la continuación de la historia de la entrada "Corrección". Como ya saben esta es la segunda versión de la historia y este es el final de esta segunda versión ya que la tome como proyecto para una clase en la unversidad y estoy en proceso de escribir la tercera, y probablemente última, versión con el objetivo de adapatarla a un guión de cortometraje de entre 10 y 15 minutos.

En realidad ninguna mujer le había dado una oportunidad nunca, no es como si en realidad tuviera mucho que dar, pero nunca se la habían dado. Entre más pasaba el tiempo, y entre más se alejaban las mujeres de él más las deseaba. Para su suerte era bueno profesionalmente y el dinero no le faltaba. Podía comprar una mujer por un rato cada vez que lo quería. Encontró un buenprostíbulo y se volvió un cliente habitual. Ya que tenía a quién llevar a su cama no le interesaba tener su apartamento decorado. Le pagaba unos pesos a su vecina viuda y desempleada para que ordenara todos los días el poco desorden que él producía.


Sobre todo sus ojos. Solo necesitaba darle una mirada a sus ojos para darse cuenta de que detrás de ellos se escondían años y años de rechazo y deseo contenido. Solo se necesitaba ver ese destello perverso y obsesivo que se producía en sus ojos cada vez que miraba a una mujer para saber porque ninguna de ellas se le acercaba mucho.


Entró al baño y abrió el grifo del agua caliente de la ducha, esperó un momento, probó la temperatura con la mano y luego abrió el del agua fría. Entró y dejó que el agua le escurriera desde la cabeza a los pies. Estaba emocionado, llevaba esperando ese día desde hacía semanas. Con un pedazo de piedra pomez empezó a frotarse lentamente los callos de los pies. Eran ellos los que más sufrían las consecuencias de sus largas caminatas. Luego, con un estropajo empezó a frotarse fuertemente cada parte del cuerpo. Cuando llegó al miembro se estremeció un poco al sentirlo erecto. Quería hacer algo, calmar sus ansias, pero no podía, tendría que esperar, tenía demasiado miedo de que no funcionara como para arriesgarse. Sabía que más temprano que tarde ya no podría hacer nada. Incluso en ese momento le costaba mantenerse así sin la ayuda de la pequeña píldora azul. Todo estaba cayendo, tenía que aprovechar al máximo el tiempo que le quedaba.
Había empezado hace un año. Sentía que se cansaba más rápido y que Cassandra, la prostituta con la que llevaba ya cierto tiempo, era menos entusiasta. Confirmó que empezaba a pasar cuando llegó la nueva. Era toda una sensación. Rubia, ojos azules y un trabajo de cirujano excepcional. Corría el rumor de que había sido modelo. Al ser el cliente más fiel, el dueño de la casa no lo pensó dos veces antes de darle prioridad cuando él se la pidió. Todo fue breve, no pasaron 10 minutos. Ella simplemente rió antes de dejar la habitación. Decidió no volver. No volvería a hacer el ridículo. Y entonces empezaron las caminatas. Ya estaba retirado y tenía básicamente todo el día libre. Caminaba y caminaba sin saber exactamente qué buscaba, hasta que, un día cualquiera, simplemente lo encontró.
Era la salida de un colegio. Niñas de todas las edades salían a borbotones y, por alguna razón, todas le recordaban a María Restrepo. Se fijó de pronto en un grupito que se había detenido a cierta distancia a observarlo. Llevaban las faldas atrevidamente altas y las blusas demasiado ajustadas (por lo menos una talla por debajo) para resaltar sus surgientes curvas. Casi pedían a gritos que las miraran y las desearan. Lo miraban y luego reían y susurraban entre ellas. Él empezó a sentir la ira que se formaba en su interior.

domingo, 29 de abril de 2012

EPISODIO 1: Del Surgimiento de Aiwëllonén (Parte 1)

Esto es parte de mi nuevo proyecto literario y artístico. Empezando a plantear mi tesis de grado estoy escribiendo estos episodios que luego animaré para crear una serie.


Desde que era pequeño he ido pasando de fiebre en fiebre siguiendo un camino definido de intereses que me ha llevado a lo que actualmente soy, sin embargo, por dispares que puedan parecer (aunque ahora que lo pienso en realidad no lo son), todos estos intereses siempre provinieron de la lectura. Inicialmente fueron los cuentos, aunque esos los tenía que leer para el colegio. Se podría decir que los primeros libros que en realidad me interesaron autónomamente fueron los librillos de R.L. Stine de la serie “Escalofrios”.  Intenté algunas otras cosas mientras llegaba Harry Potter. Debo decir que Harry Potter consumió la mayor parte de mi tiempo de lectura (y tiempo libre) hasta que llegó algo que fue, y sigue siendo, muchísimo más poderoso, El Señor de los Anillos. E.S.D.L.A. me abrió los ojos a un mundo totalmente nuevo, un mundo fantástico, de nuevos seres, de nuevos idiomas, al mundo de la literatura de Tolkien, que sigue siendo mi autor favorito. Tolkien inventó lenguas completas, con su propia caligrafía, vocabulario y su propia estructura gramatical. Aiwëllonén apareció cuando tenía 12.
En esa época era aun mas inexperto e ingenuo de lo que soy ahora, y sabía muchas menos cosas, era menos consciente, así que tendía a cometer errores constantemente. Aiwëllonén, o más bien el surgimiento de mi nombre, fue uno de esos errores. En mi afán, un poco tonto, de emular a Tolkien y crear un mundo fantástico con sus propias leyes, sus propias lenguas, su propia cartografía, empecé a aprender de lo que él dejó con la esperanza de partir de ahí al menos con un nombre para que el que sería el personaje principal, el héroe de la gran historia épica que me disponía a escribir. Aprendí a escribir en caracteres rúnicos de los enanos y en los caracteres élficos, más que todo del Quenya. Aunque fue un acercamiento en cierta medida exitoso, ahora que lo veo en perspectiva fue ligeramente equivocado. Todo lo que aprendí eran las correspondencias entre los caracteres y su equivalente fonético más cercano en español. Me engañé a mi mismo por un tiempo pensando que estaba aprendiendo élfico. Cuando caí un poco en la cuenta de lo que pasaba busqué diccionarios, creí que aprender un idioma era simplemente saber como se traducían las palabras. Llegó el momento en el que me sentí lo suficiente seguro de mi conocimiento como para crear un nombre, así que pensé en una estructura, tomaría mi nombre, buscaría su significado y traduciría a élfico, después de todo era lógico que YO quisiera ser el protagonista mismo de mis aventuras. Resultó que mi nombre significaba “aquel que es todo prudente” y “aquel que es un hombre viril”, terminando en algo así como “aquel que es un hombre viril y es todo prudente” o “el todo prudente hombre viril”. Sobra decir que en realidad no me atrajo para nada. Me gustaría decir que luego entré en un estado de meditación profundo acerca de lo que quería que significara el nombre de mi personaje y que llegué a la conclusión de que quería que fuera algo que desafiara mi propio miedo a las alturas y mi respeto y gusto por el agua y el mar, pero no fue así. Lo cierto es que probablemente pensé que sonaría bien y que de alguna manera se acercaría a los significados de los nombres que Tolkien había creado. Pájaro (pequeño) = aiwë, de = -llo, agua = nén, pajaro de agua = Aiwëllonén.
No fue sino hasta varios años después que me di cuenta de que había cometido varios errores. Me enteré de que en realidad “Aiwëllonén” es una palabra imposible en el Quenya que Tolkien creó y en el que me basé. “-Llo” es una terminación, lo que lo habría hecho “Aiwënénllo”. Aun así ese no era el problema, el problema real era que fuera como fuera las combinaciones gramaticales que constituían mi nombre no existían. Pero ya era demasiado tarde, ya llevaba demasiado tiempo siendo Aiwëllonén.

miércoles, 11 de abril de 2012

Corrección

Esta es la re-escritura de una de las entradas antiguas, "Adelanto". Hoy estaba continuando con su escritura y me di cuenta de que en realidad estaba tomando un enfoque que no era el que había pensado inicialmente, se estaba convirtiendo en otra historia diferente que no contaba lo que quiero contar. Así que empece desde cero y logré estos 2 párrafos con los que me siento mucho más cómodo y conforme.


Santiago Rojas despertó esa mañana con un solo objetivo en su cabeza. Había visto a la niña varias veces y ese día lo haría por fin. Dormía desnudo, le gustaba sentir el tacto de las lujosas sábanas de algodón egipcio que su hermana le había regalado cuando cumplió 50 años. Ya casi habían pasado 15 años y ellas seguían igual, no se podía decir lo mismo de él. Se sentó y se bajó de la cama. Se miró con detenimiento en el espejo de cuerpo completo que tenía al lado de la mesa del televisor. Es difícil pensar en como alguien como él podía ser tan egocéntrico y narcisista, solo se necesitaba darle una mirada para comprender porque era soltero y sin hijos, para comprender porque vivía totalmente solo en un apartamentucho mínimo sin mayores lujos. Solo se necesitaba ver su incipiente calva, su pecho pecoso y lleno de pequeños crespos grises, sus abundantes pectorales que parecían los pechos de una mujer bastante desafortunada, su gran barriga colgante que lo hacía parecer un caricatura triste y siniestra de Papá Noel (y que era producto de años y años de no ejercicio, mucha comida y aún más cerveza), sus brazos y piernas rechonchos y fláccidos, y sus ojos. Sobre todo sus ojos.


Las mujeres habían marcado su vida. Empezando por su madre, que era totalmente sumisa y nunca dijo ni una sola palabra, o hizo una sola acción que pudiera ir en contra, en lo más mínimo, de la opinión de su esposo, un hombre alcohólico que abusaba de ella de cuando en cuando. Lo vio manosearla muchas veces. A los doce años María Restrepo le había rasguñado la cara después del tercer intento que había hecho para robarle un beso. Después de eso ninguna niña había querido acercarse a él. Paso el resto del bachillerato sólo mientras sentía como todos los demás se burlaban de él, como si los rasguños estuvieran todo el tiempo en carne viva, sin poder cicatrizar. Empezó a sentir odio hacia todos, pero en especial hacia las mujeres. A los 16 años no pudo aguantar más y, después de meses de ahorro, pagó a su primera prostituta, una mujerzuela fea y barata que se hacía llamar Bridget. Mientras estudiaba derecho en la universidad tuvo pocas oportunidades de conocer mujeres que no supieran de su pasado, paro a ninguna le interesaba un hombre que ya en ese entonces era gordo y con una mirada inquietante, todas preferían a sus amigos buen mozos. Ya no tenía amigos. Su hermana era la única mujer fuerte que había conocido, había dejado la casa apenas su padre había intentado tocarla. Admiraba su valentía, pero aún a ella la había deseado cuando era joven.

jueves, 22 de marzo de 2012

Los mundos

Empezando mi reflexión para trabajo de tesis de mi carrera universitaria he empezado a escribir esta historia. Una historia sobre dos mundos, una historia sobre un yo que no soy yo. Una historia de alguien muy parecido a mi pero más extremo en sus pensamientos. Este es el primer borrador y, como siempre, va a estar sujeto a un aparente sin fin de cambios antes de encontrar su forma final. 
Se que he dejado muy olvidado este blog pero quise poner esto por si todavía hay alguien que le ponga atención y tal vez, solo tal vez, tenga ganas de leer algo escrito por mi.


En el inicio del tiempo. No. De SU tiempo, el ser humano, como criatura y raza apenas surgiente, empezó a formar su inteligencia. A reunir, poco a poco, los elementos que nos hacen lo que actualmente somos. Sus necesidades básicas iniciales hacían que se fijaran en algunos elementos específicos, pero que dejaran sin atención otros cuantos. No se les pude culpar, ciertamente no tenían las estructuras de pensamiento. Si he de decirlo, creo que ellos nunca pensaron en otros mundos, lo que los rodeaba, y con aquello con lo que se relacionaban era su mundo. El único posible.

Más tarde, cuando ya se habían construido e interiorizado un grupo grande de estructuras mentales y sociales, después de la satisfacción de mil y unas maneras de curiosidad, surgieron otras. El hombre empezó a fijarse en cosas más allá de lo que lo rodeaba en la tierra, y miró hacia el cielo. Se dio cuenta de que había cosas arriba. Más tarde se daría cuenta de que algunas de esas cosas eran, de hecho, otros mundos.

En algún momento, el hombre pudo ver claramente esos otros mundos.  Ya no había solo UN mundo. Pero el nuestro seguía siendo el único con vida inteligente. Vinieron la redondez del planeta, la centralidad solar. Vino el “Nuevo Mundo”. Cada vez aparecían más mundos.

En un momento dado, alguien se preguntó si era posible que hubiera vida en alguno de esos otros mundos. Vino entonces el Alien, esa criatura extraña de otro mundo a la que no entendíamos, que era peligroso pero al mismo tiempo maravilloso.

Con el antropocentrismo vino la `psicología y se empezó a dar más importancia a lo que pasaba dentro de la cabeza. Se empezó a decir frases como “esa persona está en su mundo”. Aparte de los mundos físicos que ahora sabemos que existen, aceptamos de manera natural también a los mundos dentro de cada persona, los mundos inventados e imposibles. Sabemos ahora que hay tantos mundos como personas o ideas.

Y este es un relato de dos de esos mundos. Dos mundos interconectados que se afectan el uno al otro. Dos mundos iguales en muchas cosas, y muy diferentes en muchas otras. Y de la persona que habita esos dos mundos.